La educación laica se fundamenta en los valores inherentes a la naturaleza humana. Valores fundamentales como la libertad de conciencia, de expresión, de ideas, que contribuyen a que las creencias, actitudes y las conductas sean congruentes con las personas.
El laicismo es el respeto irrestricto que se fundamenta en el valor universal que es la tolerancia, y nos permite convivir con todas las creencias y formas de pensar de la humanidad. Educamos aspirando al desarrollo del ser humano integral, en su crecimiento intelectual, espiritual y moral.
Nuestro valor pedagógico radica en educar en la igualdad y la convivencia pacífica, fomentando la libertad de conciencia y el respeto a los derechos fundamentales de las personas, los cuales garantizan la vida democrática como expresión de un pluralismo social y político.