Con la hermosa exposición de los altares montados por los padres de familia del preescolar y primaria celebramos Hanal Pixán. Cada uno de los altares fue iluminado por velas de diversos colores y caminos naranjados construido con las flores de cempasúchil, elementos que permiten a las ánimas encontrar el camino de regreso a sus hogares, para convivir durante ocho días con los suyos, quienes “siguen penando” en este mundo de vivos. El preescolar tiene a su cargo el altar que honra a los niños, y es el más alegre de todos ya que se conforma de los juguetes preferidos, dulces de mazapán y de coco, chocolatito y atole, de manjares “blancos” o poco condimentadas, como el relleno blanco de pavo.
